martes, 20 de septiembre de 2011

¿QUIEN ACABARÁ CON LA EDUCACIÓN PÚBLICA?

NUESTRA RESPONSABILIDAD

Para superar un problema lo primero que debemos hacer es mirar donde (nosotros mismos) nos hemos equivocado, haciéndonos responsables de nuestros actos como personas maduras.
Lo que las personas (no los gobiernos) han hecho (y siguen haciendo) para acabar con la educación pública:
• No respetar las instituciones educativas ni profesorados autorizando a sus hijos la falta de respeto hacia los mismos.
• Engañar en empadronamientos y documentos e intentar por todos los medios meter a sus hijos en colegios concertados pasando incluso a estudiar la religión no siendo religiosos.
• Dar más importancia a las apariencias (uniformes, bilingüismo,…) que a una buena base de educación.
• Pretender que los colegios sean guarderías delegando en ellos la enseñanza de la ética, moral, religión y materias que deberían de ser aprendidas en el seno de la familia.
• Considerar que las instituciones privadas son mejores en todos los aspectos, generalizando, pregonando, fomentando, pagando un dinero extra para esas mejoras y firmando que son donaciones para apoyar el bulo que por la misma inversión son mejores además sin demostrarlo.
• El poco o nulo valor que la gente concede a algo “gratuito” (que nunca lo es puesto que lo pagamos todos) parece que si nos duele pagarlo vale, si no duele no vale nada.
• La pérdida de ilusión, de objetivos, basarlo en si gano o no gano dinero a sí me motivo o no, considerarlo en un mero puesto de trabajo y no en un oficio con beneficios materiales y morales, en resumen capitalizar el oficio de profesor (es como capitalizar el oficio de padres).
• La exigencia para que dentro de un país se pague por ideas nuevas, por cultura cuando dichas personas no hubieran llegado a ellas si no es por una cultura generosa por parte de nuestros antepasados, no se puede ser prepotente, nosotros mejoramos (o no) lo que ya estaba hecho o inventado.
• Todas las instituciones privadas (incluyo la religión) consiguieron la cultura gratuitamente en la que se basaron (alguna hasta robada), los oficios fueron enseñados gratuitamente y nosotros nos empeñamos en sacar el dinero hasta de “pseudo-cultura” que en ningún momento se dignaron ni a demostrar.
• Hicimos que ganara la ignorancia ilustrada (con saber cuatro cosas, podemos discutir, hablar de cualquier tema como si fuéramos expertos publicándola por allá donde fuere) olvidando para siempre algo que me dijo una vez un profesor “¡qué atrevida es la ignorancia!”
• Evitamos la crítica constructiva, masificamos deportes, gustos, no respetamos las diferencias ni se busca lugar a ellas, no se respeta la libertad (que siempre terminó donde comienza la del otro), no protestamos si estamos solos, si nadie nos ve, si perdemos dinero, si cuesta trabajo, si no obtenemos un beneficio directo e inmediato…
No podemos negar que lo que pasa en la sociedad es un reflejo de la misma y los políticos solo oyen los hechos no lo que se pide de “boquilla”. La lucha por una educación pública empieza desde uno mismo y desde todos. Aquellos famosos profesores de antaño estaban mal pagados, sin escuelas, sin gobierno para apoyarles, con clases masificadas y encima edades mezcladas… esto demuestra que la educación nunca fue de un gobierno si no de todos y cada uno de nosotros, padres, vecinos, hijos, abuelos, incluso a escondidas del gobierno y a veces de los propios padres.

Las huelgas no es solo salir a la calle a manifestarse, la huelga es diaria, continua, donde día a día se elige, donde para conseguir algo se trabaja mucho, muy duramente y sin recibir nada a cambio, en la soledad, en soportar la crítica de los demás, en esforzarse en cosas que nadie va a agradecer en el instante pero que sabes que con el tiempo tendrá el resultado, una buena huelga es silenciosa pero continua, parte de la generosidad de cada uno sabiendo que su recompensa no llega en forma de dinero; a una buena huelga nadie está llamado, es personal, proactiva, solitaria y construye desde el anonimato, sin afán de protagonismo, de tal forma que cuando comienza a producir ya no se la puede parar.
Con todo esto reflexionemos ¿Quién realmente quiere acabar con la educación pública y quién realmente la restablece?
Por: Negro (A.I.Mezquita)

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