Se ríe mi pequeño diablillo, como no se va a reír.
Hemos estado comentando la frasecita, y no hemos sido capaces de recordar la primera vez que la escuchamos. Probablemente vosotros también recordéis esta pequeña joya en algún momento de vuestra adolescencia… o incluso antes.
¡Qué bonito póster! ¡Con su silueta de parejita mirando las estrellas!
A mí que queréis que os diga, a mí me parece algo así como que me quieren decir que me calle de una vez, que no tengo capacidad para apreciarlo . Pues habéis de saber que está ahí porque yo le espero todas las mañanas, porque estoy aquí para apreciar su luz, sentir su calor… vivir con él.
Y pretenden hacerme ver que no pasa nada. El sol se va y ya está. ¡ Venga alegría que vienen las estrellas!... al fin y al cabo también son soles ¿no?. No sé lo que pensaréis vosotros, quizá alguno haya llegado a descubrir cuan especial es el sol de cada uno; quizá haya llegado a comprender que ese sol y solo ese es el que nos calienta el espíritu y nos hace vivir, que en el momento en que ese sol nuestro de cada día desaparece, aunque solo sea por una noche, el frío nos invade y no hay consuelo en bonitas estrellas a la luz de la luna.
Temo el día que desaparezca para siempre.
¡Dejadme llorar! ¿Qué mis lagrimas caen por mi cara y me impiden ver? ¡Que me importa a mí ver ¡ ¡Dejadme añorar su calor, recordar su luz… ver como se levanta por el horizonte! ¡ En vez de preocuparos por las lagrimas… ya podíais preocuparos por los mocos que os rellenan las comisuras de los labios!
Veo que me miras con preocupación pequeño diablillo. Tranquilo no pasa nada, sencillamente me apetecía poner las cosas en su sitio. Por supuesto que nuestro sol puede desaparecer, quien lo duda, y por supuesto que la vida sigue hacia adelante y las lagrimas no son más que una pequeña muestra de nuestro pesar, mi rebelión es contra esos soplagaitas que se atreven a intentar veme a través de sus ojos.
A vosotros os pido que antes de soltar esta pequeña perla de frase, recapacitéis y os miréis dentro, seguro que encontraréis vuestro sol, seguro que será importante para vosotros y decidiréis como disfrutarlo y en su caso como contemplar su ocaso.
¡Vámonos diablillo! ¡Tanto sol me está poniendo colorado!
Por: PEDRO FERNÁNDEZ RUIZ (blanco)
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